A aquellas personas que se dedican a practicar actividades deportivas relacionadas con el desplazamiento a pie, como ocurre por ejemplo en el caso de los corredores, les interesa especialmente el cuidado de sus pies y por extensión de su pisada.
En este sentido hay una serie de inadaptaciones del pie a la hora de realizar su función que pueden generar problemas y con ello lesiones cuando su actividad se solicita en exceso.
Entre estos problemas, se puede mencionar la fascitis plantar, que es el nombre que define la inflamación de la fascia plantar, membrana que recorre la planta del pie y que colabora en la formación de la bóveda plantar también conocida como arco longitudinal del pie.
Esta bóveda o arco se encarga de sostener la musculatura que atraviesa longitudinalmente la planta del pie en dirección hacia los dedos, lo que es especialmente importante para que el pie pueda absorber adecuadamente los impactos producidos al pisar contra el suelo durante la carrera o los saltos.
Si el arco no está bien estructurado, la musculatura de la planta del pie tiene que realizar un esfuerzo extra para poder sostenerlo, lo cual puede provocar sobrecargas en la zona si se hace una solicitación excesiva.
En este sentido, si abusamos de la carrera, saltos, etc, se produce una repetición excesiva de impactos que genera dichas sobrecargas, lo que trae consigo en la inflamación de la zona o incluso pequeños desgarros, lo que se conoce como fascitis plantar.
Las molestias aparecen normalmente en la parte de abajo del talón del pie (calcáneo), lugar donde nace las fascia, aunque el dolor puede estar presente en cualquier punto desde el talón hasta los metatarsianos.
En principio el problema se podrÃa prevenir mediante el uso de un calzado que ayude a sostener el arco, aunque una vez producido lo mejor es ponerse en manos de los especialistas.
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