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Introducción
Las tensiones isométricas pueden aparecer cuando tratamos de oponernos a una resistencia imposible de vencer para nosotros (como empujar una pared), sostenemos un objeto, o más generalmente en el mantenimiento o estabilización de la postura corporal para servir de apoyo al movimiento de otra parte del cuerpo, situación que se produce continuamente.
Por otro lado, la tensión producida a lo largo de la contracción es otro elemento respecto al que se pueden clasificar las contracciones musculares, respecto a lo que podemos distinguir fundamentalmente dos tipos:
Contracción Isotónica
Como su nombre indica (“iso” igual y “tónica” tensión), las contracciones isotónicas son aquellas en las que el músculo se contrae con una tensión constante durante toda la acción. Se relaciona directamente con las contracciones dinámicas, de las cuales se estuvo hablando anteriormente, porque la contracción isotónica viene asociada al cambio de longitud del músculo, por lo que podría ser el tipo de contracción más frecuente en los movimientos deportivos y cotidianos.
Pero realmente es un modelo teórico de contracción, ya que la tensión realizada durante la contracción no es igual en todo el recorrido del movimiento. El músculo produce distinta tensión porque a lo largo del recorrido la articulación adopta distintos ángulos, siendo unos más favorables y produciendo menos resistencia que otros, por lo que la intensidad solicitada es diferente.
Así por ejemplo, el músculo ejerce su máxima tensión cuando la articulación alcanza ángulos abiertos, en torno a los 120º aproximadamente, mientras que la mínima se alcanza en ángulos más cortos (alrededor de los 20º). Los picos de más dificultad son los más interesantes para el entrenamiento de la fuerza porque son los que más estimulan el tono muscular de ahí que se busquen en la ejecución de determinados ejercicios para mejorar la fuerza del músculo o para que su superación no suponga un obstáculo en disciplinas de potencia.
La contracción isocinética
La velocidad del movimiento es otro elemento que nos permite valorar y clasificar los distintos tipos de contracción muscular, junto al movimiento y la tensión muscular, ya que los cambios o el mantenimiento de la velocidad de los movimientos son factores esenciales en la definición de un tipo de movimiento.
En este sentido, si bien en los movimientos realizados en el medio terrestre predomina la contracción isotónica, en el medio acuático nos desenvolvemos con mayor eficacia por medio de la contracción isocinética.
La contracción isocinética, término que deriva de “iso” igual y de “cinético” movimiento, sería aquella en la que la velocidad y la intensidad se mantienen constantes a lo largo de todo el movimiento.
Como hemos dicho antes, este tipo de contracción se pone en práctica cuando tratamos de desplazarnos a través del medio acuático, en actividades como la natación, el remo, canotaje, etc.
La mayor resistencia que el medio acuático ofrece al movimiento, crece en la medida que tratamos de movernos más rápido, de ahí que la aceleración del movimiento se compense con la mayor aceleración que ejerce la fuerza de frenado.
Este tipo de contracción se produce en la fase concéntrica y en la excéntrica del movimiento, manifestándose como un movimiento casi continuo. La falta de aceleración de estas contracciones favorece un menor sufrimiento articular, de ahí que el medio acuático sea muy recomendable como actividad física para el cuidado de la salud.
Para su simulación en el medio terrestre, existen máquinas especiales que permiten desarrollar la fuerza muscular mediante contracciones isocinéticas, las cuales se pueden encontrar cada vez con más frecuencia en los gimnasios.
1 Comentarios
One Reply to “¿Qué es la contracción isotónica e isocinética?”
He encontrado éste artículo jocoso cuanto menos, espero que haya recibido una gran acogida en la comunidad científica. La verdad es que me ha ayudado a completar mi cometido.
-Un saludo y mis más sinceros agradecimientos, M