El fartlek es un método de entrenamiento de la resistencia, que se caracteriza por la realización de un ejercicio continuo en el que alternamos la intensidad del esfuerzo. En este sentido el fartlek es una variante más del método continuo variable, que puede adoptar otras formas (continuo progresivo, por ejemplo).
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Orígenes del método, el fartlek sueco
El origen de esta forma de entrenamiento se sitúa en Suecia de ahí que la palabra fartlek surja de la combinación de dos términos de esta lengua: “fart” (velocidad) y “lek”(juego). De ahí que fartlek se pueda traducir como “juego de velocidad”.
Como hemos dicho antes la primera forma conocida de Fartlet surge en Suecia, y se produce en los años 30 de la mano de Gösta Holmer, en su preocupación por el entrenamiento de los atletas en los países con largos períodos de frío.
Este primer planteamiento del fartlet era tan sencillo como salir a correr al aire libre, a través de un terreno accidentado tanto en desnivel como en superficie (arena, nieve, piedras, etc), lo que obliga al corredor a variar el tipo de esfuerzo realizado en cada momento, ya que cada superficie solicita una exigencias diferentes para el desplazamiento.
El fartlek se dio a conocer a través del sueco Gösta Olander y fue utilizado por los atletas Hagg y Anderson al finaliar la segunda guerra mundial, consiguiendo muy buenos resultados, por lo que fue utilizado por los mediofondistas ingleses para alcanzar posteriormente una mayor difusión mundial.
Con la divulgación del fartlek, el sistema fue evolucionado hacia formas más rígidas en su uso, entre las que podemos destacar el fartlek polaco de Ian Mulak que desarrollo esta variante del fartlek al finalizar la segunda guerra mundial.
¿Qué es la pista finlandesa?
A partir del modelo polaco surge otra variante escandinava, la pista finlandesa, que se caracteriza por la colocación de varias estaciones a lo largo de un recorrido, para alternar los tramos de desplazamientos con la ejecución de ejercicios físicos en dichas estaciones.
La actividad es guiada en todo momento con la colocación de paneles en cada estación en los que se representan las actividades a realizar en ella.
Estos trabajos se realizan de manera individual o en grupo, adaptando el trabajo a la capacidad personal, representando una forma de entrenamiento genérico para el organismo, de gran utilidad para el trabajo de pretemporada en el caso de los deportistas, y para el mantenimiento de la forma en personas sedentarias.
De hecho este planteamiento es muy habitual en los parques y jardines para servir de guía a aquellas personas que quieren salir a correr para mantener la forma, siempre utilizando las formas más suaves y seguras de ejercicio, evitando aquellos ejercicios y actividades que requieren un cierto nivel de entrenamiento.
Un ejemplo de pista finlandesa podría ser la siguiente:
- Carrera suave sobre 400 metros.
- Ejercicios de calentamiento (10 repeticiones cada uno).
- Carrera progresiva sobre 300 metros.
- Multisaltos.
- Carrera de velocidad sobre 60 metros.
- Lanzamientos.
- Carrera a ritmo medio sobre 600 metros.
- Fortalecimiento abdominal.
- Carrera suave sobre 1 kilometro.
- Acrobacias (volteretas y equilibrio).
¿Qué es el fartlek polaco?
Como mencionamos en otro capítulo a raíz del modelo sueco de fartlek, surgió una secuela a finales de la segunda guerra mundial de la mano de Ian Mulak, el fartlek polaco con un carácter mucho más estructurado que la forma sueca, para así tratar de mejorar no sólo la condición física, sino la mental, dada la desmoralización que supuso en la población esta fatídica guerra.
Esta nueva forma de trabajo estaba mucho más sistematizada como hemos dicho antes y se estructura en las siguientes fases según Mulak:
Calentamiento: En la que se realizan una secuencia de ejercicios relacionados con los grupos musculares más importantes, trabajando el equilibrio, la coordinación, la elasticidad y la movilidad articular, intercalando todo con tramos de carrera, en un intervalo de tiempo de unos 10 o 15 minutos.
Velocidad: Se realizan unas 4 o 6 carreras cortas de 100 – 200 metros entre las que recupera un trote de 400 – 500 metros (2 o 3 kilómetros en total), procurando no forzar el ritmo para no cansarnos en exceso, pero aprovechando posibles subidas y bajadas para conseguir pequeñas aceleraciones y cambios de ritmo. Este trabajo lo prolongamos durante 15 o 20 minutos y lo continuamos con unos 10 minutos de estiramientos.
Ritmo: Se realizan 5 o 10 esfuerzos de 300 – 800 metros a ritmo vivo, procurando una buena recuperación entre series, la cual procuramos que sea activa gracias a un trote de unos 500 metros a ritmo suave. La frecuencia cardiaca nos sirve de referencia para controlar el esfuerzo de manera que no continuamos con la siguiente serie hasta que el corredor no está con ganas de hacerlo.
Recuperación o vuelta a la calma se realiza con un trote a ritmo descendente, unido a ejercicios de soltura y relajación hasta que el ritmo cardiaco se normaliza totalmente.
En este entrenamiento se recorren entre 3 y 6 kilómetros, lo que no deja de ser una carga bastante importante.
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