El rábano es un tipo de hortaliza que forma parte junto a las coles y los berros de la familia de las crucíferas. Se conocen seis especies de rábanos, pero sólo se cultiva el raphanus sativus.
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Descripción
El rábano es un tipo de hortaliza de raíz comestible que pertenece a la familia de las brasicáceas, antiguamente conocidas como crucíferas, estando emparentado con las coles, los berros, el brécol, la lombarda, la coliflor y el nabo. Dentro del género raphanus, destacan las siguientes variedades:
- El Daikon, o rábano blanco, chino o japonés. Que tiene una forma de zanahoria gigante, y color blanco. Su sabor es suave y ligero. Es un alimento habitual en la comida japonesa, presentado en platos de sushi o cocido a fuego lento.
- Los rabanitos, caracterizados por su piel rosada, morada o blanca; son esféricos u ovalados, y tienen la carne blanca.
- El rábano negro, que es cilíndrico y redondeado. Su carne es blanca y digestiva, pero su piel negra resulta difícil de digerir. Esta es la variedad del rábano más utilizada con fines terapéuticos.
Origen e historia del rábano
El origen del rábano se ha situado en China, aunque se considera que han sido los antiguos egipcios y babilónicos los primeros que supieron aprovechar sus virtudes, a tenor de los registros que se conservan de la época.
La dieta habitual de los egipcios, reservaba un papel fundamental a alimentos tales como el ajo, la cebolla, el pepino y el rábano, los cuales proporcionaban un buen aporte energético, así como una mejor protección contra las enfermedades. Incluso se ha llegado a considerar que los constructores de pirámides consiguieron desarrollar un esfuerzo físico tan titánico gracias al consumo de estos alimentos tan virtuosos.
Posteriormente, el rábano también fue muy valorado en las culturas griega y romana, siendo estos últimos los responsables de la difusión de su consumo por toda Europa gracias a su política de expansión territorial.
En el siglo XII, el médico italiano Matthaeus Platerius destacó por escrito las virtudes medicinales del rábano: “cuando se come rábano negro cocido es eficaz contra la tos provocada por grandes humores”.
Actualmente, su consumo está bastante denostado en occidente, solo hay que pensar en la expresión Me importa un rábano, para valorar el papel que en nuestro subconsciente colectivo le concedemos a esta maravillosa hortaliza, aunque en las tierras del lejano oriente, el rábano goza de una alta valoración.
Consumo de rábanos
Estacionalmente, se considera que los meses de mayo, junio y julio son los más adecuados para conseguir los rábanos, aunque se pueden encontrar con facilidad en cualquier época del año gracias a su cultivo en invernaderos.
Generalmente se consume solo la raíz, pero hay quien utiliza sus hojas como hortaliza o para la elaboración de infusiones. Normalmente, la raíz se consume cruda en las ensaladas, aunque también se puede cocinar.
Los rábanos se conservan mejor en la nevera, guardados en una bolsa de plástico con agujeros para que están oxigenados; y hay que evitar lavarlos hasta que no se vayan a consumir.
No se le conoce toxicidad, pero es mejor evitar su consumo en crudo si se sufre gastritis o úlcera gastroduodenal. Por otro lado, su contenido en fibra y azufre puede provocar flatulencia.
Composición, vitaminas y minerales de los rábanoos
Los rábanos son una hortaliza de raíz comestible que ofrece un menor valor nutritivo que otras raíces, como pueden ser la zanahoria o la remolacha; pero que resulta especialmente beneficiosa para la salud en base a su alto contenido en agua, vitaminas y minerales.
Se considera que el 95% del rábano es agua, y en cuanto a su valor vitamínico, el rábano es una hortaliza que destaca por su contenido en Vitamina C y Vitamina B.
Por otro lado, el rábano es una buena fuente de potasio y de yodo, aunque también contiene ciertas cantidades de calcio, fósforo, hierro, magnesio y azufre, responsable este último del ligero sabor picante del rábano.
Propiedades y beneficios para la salud
En general, al grupo de las Brasicáceas, se le atribuye propiedades anticancerígenas en base a su riqueza en isotiocianatos y enzimas de detoxificación.
Los rábanos también posee ciertas propiedades antibióticas y antivíricas gracias a la presencia en su composición de compuestos orgánicos azufrados como el rafanol y la rafanina (este último en el rábano negro).
Las Brasicáceas destacan, en especial el rábano negro, por su riqueza en glucosinolatos, isotiocianatos, que ejercen una poderosa función como antioxidantes frente a los radicales libres, estimulando así el sistema inmunitario. Los glucosinolatos e isotiocianatos también facilitan la eliminación de toxinas y con ello la depuración del organismo protegiendo a nuestro organismo. Se evita con ello la aparición de diversas enfermedades degenerativas al evitar los daños celulares, y reduce el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
A nivel inmunológico, el rábano también actúa como un potente antimicrobiano, con capacidad para neutralizar bacterias, virus y hongos, que puedan aparecer en nuestro organismo. Tradicionalmente se ha utilizado el zumo de rábano en las estaciones frías del año (otoño e invierno) para evitar infecciones respiratorias.
En este sentido, el rábano destaca, y especialmente el rábano negro, por su capacidad para drenar y depurar el hígado y la vesícula biliar, con la consiguiente eliminación de toxinas y desechos acumulados en el organismo. El buen estado de la vesícula, ayuda al hígado en sus funciones, por lo que el consumo de rábanos influye en la protección del hígado.
Así mismo, el rábano es un alimento con un alto valor como elemento diurético y depurativo, gracias entre otras cosas a su alto contenido en agua y potasio. De este modo, el rábano contribuye a prevenir la formación de cálculos, así como a eliminarlos. El efecto depurativo del rábano también se extiende a la sangre, las mucosas gástrica e intestinal, eliminando sustancias dañinas que tienden a acumularse como son el ácido úrico, la urea, el colesterol, etc.
Por otro lado, el poder diurético de los rábanos nos va a ayudar a rebajar la tensión arterial porque nos va a permitir eliminar mucho líquido y sustancias a través de la orina.
A nivel digestivo, el rábano también ejerce una beneficiosa influencia despertando el apetito, estimulando la producción de jugos y contribuyendo a los movimientos intestinales. También influye positivamente en la flora intestinal, contribuyendo a prevenir las distintas infecciones que se pueden producir a nivel intestinal, entre ellas la diarrea. Por otro lado, gracias a su contenido en fibra, el rábano también contribuye a la regulación intestinal ejerciendo un suave efecto laxante que permite aliviar el estreñimiento crónico.
Por otro lado, el rábano también ejerce cierta influencia como relajante y antiinflamatorio, pudiéndose utilizar como calmante ante problemas articulares, y como facilitador del sueño. Así mismo, el rábano puede resultar útil para curar ciertas lesiones de la piel (eczemas, quemaduras, etc), si se aplica directamente sobre la herida.
Composición de los nutricientes de los rábanos
Componente Nuticionales | Cantidad en 100 gr. |
Agua | 95 gr. |
Calcio | 22 mg |
Calorías | 21 Kcal |
Fibra | 1,6 gr. |
Folacina | 26 mg |
Fósforo | 19 mg |
Grasa | 0,53 gr. |
Hidratos de carbono | 3,58 gr. |
Hierro | 0,28 mg |
Magnesio | 9 mg |
Niacina | 0,310 mg |
Potasio | 234 mg |
Proteína | 0,61 gr. |
Sodio | 25 mg |
Vitamina A | 8 IU |
Vitamina B1 (Tiamina) | 0,0051 mg |
Vitamina B2 (Riboflavina) | 0,046 mg |
Vitamina B6 (Piridoxina) | 0,072 mg |
Vitamina C | 22,7 mg |
Vitamina E | 0,001 mg |
Zinc | 0,31 mg |
3 Comentarios
3 Replies to “Los rábanos: Origen, beneficios y uso a lo largo de la historia”
Buena informacion
Justin beber es sexi y nada mas XD XD
buena informacion gracias