Si observamos una carrera de velocidad con corredores de alto nivel desde un plano frontal podemos ver que sus apoyos se realizan prácticamente sobre una línea, es decir cada paso se da en la prolongación del anterior.
Gracias a esta alineación conseguimos aprovechar el impulso al máximo porque toda nuestra fuerza de empuje la transferimos hacia atrás sin disipar parte de la energía en esfuerzos laterales.
Cuando corremos con los pies abiertos o los apoyos separados no hacemos todo el esfuerzo hacia atrás por lo que vamos a aprovechar menos el esfuerzo.
La causa principal de correr con los pies abiertos o separados suele ser la falta de flexibilidad y los problemas posturales. Los acortamientos musculares en la musculatura de las piernas y caderas nos hacen que los pies estén permanentemente separados al tener las piernas bloqueadas en la rotación externa.
Por otro lado la separación de las piernas fuera de la línea es un intento de mantener la velocidad de los pasos en una carrera intensa cuando no tenemos fuerza suficiente para hacerlo al correr en línea.
Las piernas se separan inconscientemente para empujar hacia fuera que cuesta menos y así compensar la falta de fuerza lo que falsea el movimiento. Esto se ve con mucha claridad en los primeros apoyos de una carrera de velocidad tras la salida.
Para correr bien es muy importante aprender a aprovechar al máximo nuestros esfuerzos por lo que es muy importante aprender a correr en línea.
En este sentido hay que mejorar la flexibilidad de nuestro tren inferior para que la musculatura trabaje con más libertad y en la posición natural. Por otro lado, es muy útil practicar en el entrenamiento la carrera sobre una línea marcada ya en el suelo, incluso probar a correr cruzando los pies a los lados de esta.
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