Tabla de Contenidos
Las palancas de primer y segundo orden
En función de cómo se distribuyen los tres elementos fundamentales de la palanca (apoyo, potencia y resistencia) entre sí, se producen tres tipos de palanca diferentes que influyen en la eficiencia mecánica de las articulaciones en las que actúan.
1. La palanca de primer género o interapoyo es aquella que ubica el punto de apoyo entre las fuerzas de potencia y de resistencia proporcionando un equilibrio de fuerzas. En el cuerpo humano la encontramos en la articulación occipitoatloidea que es la responsable de sujetar la cabeza sobre la primera cervical, dejando el peso del cuello más desequilibrado hacia delante para ser sostenido por detrás de las cervicales por los músculos estensores del cuello. ,
2. La palanca de segundo género o interresistencia, coloca la resistencia o fuerza a vencer entre el punto de apoyo y la potencia. Se consigue una palanca de resistencia más corta que la de potencia, lo que ayuda a vencer grandes resistencias aunque de manera muy lenta y con muy poco recorrido en su movimiento.
Es por tanto una palanca de fuerza que podemos encontrar por ejemplo en los tobillos donde el peso del cuerpo queda en el centro, dejando la articulación del tobillo por delante de él y la fuerza por detrás, producida por los músculos gemelos y soleo.
De esta manera los tobillos pueden ejercer la fuerza necesaria para saltar y correr moviendo todo el peso del cuerpo que descansa sobre ellos, que sería bastante complicado de otra forma.
Los músculos masticadores también presentan este tipo de palanca y gracias a ello la mordida puede producir tanta fuerza. Es un tipo de palanca poco frecuente en el cuerpo humano.
La palanca de tercer género
3. La palanca de tercer género o interpotencia, es una palanca que posibilita los movimientos veloces y dinámicos. Sitúa la potencia entre la resistencia y el apoyo, por lo que el brazo de resistencia es más largo que el de potencia.
Es el tipo de palanca más frecuente en el cuerpo humano y como ejemplo podemos poner la acción del bíceps braquial en la flexión del codo, donde el bíceps se inserta en el antebrazo entre el codo que queda por detrás y la resistencia que quedaría desplazada hacia la mano por el peso de la carga unida al peso del antebrazo.
Se consigue una buena amplitud de movimientos aunque con menos fuerza y es el tipo de palanca más frecuente en el movimiento humano, aunque una misma articulación puede formar distintos tipos de palanca en función del tipo de movimiento que realiza. Así en el codo la extensión se realiza con una palanca de primer género.
Las palancas nos sirven para estudiar la influencia de los músculos en el movimiento función de la ubicación de su origen e inserción.
Así un músculo con origen cercano e inserción lejana producen movimientos de poca amplitud y por tanto se suelen ocupar del sostén y la estabilización de la articulación en la que trabajan.
Sin embargo, los músculos con origen alejado e inserción cercana generan movimientos muy amplios y veloces.
La posición del origen y de la inserción respecto al movimiento va a variar en función de los ejercicios y con ello la función y la influencia del músculo en la acción.
Por ejemplo el bíceps braquial no trabaja igual en un ejercicio en la que se eleva un peso a través de la flexión del codo que cuando estamos haciendo dominadas (elevar el peso del cuerpo respecto al codo).
7 Comentarios