El giro del tronco hacia los lados requiere una rotación de las vértebras respecto a las contiguas. El peso del cuerpo y el excesivo acortamiento muscular dificultan este desplazamiento porque aumenta la presión entre ellas y esto puede producir lesiones o desgaste.
Existe una manera de reducir esta tensión y es buscando el alargamiento de la columna vertebral antes de girarnos o realizar cualquier movilización de vértebras. Asà vamos a reducir la presión entre las vértebras, facilitando un desplazamiento más fácil de las vértebras, y reducimos el riesgo de pinzamiento.
Si tratamos de crecer hacia arriba nuestra columna se alarga más y parecemos más altos. El trabajo muscular sostiene el peso y evita que descanse pasivo sobre las articulaciones, por lo que nos sentimos más ligeros.
El alargamiento de la espalda obliga a cada vértebra recuperar su alineamiento y a centrarse en su posición natural, reorganizando la postura y corrigiendo las desviaciones que puedan haber surgido por malas posturas o un inadecuado trabajo muscular.
A veces se confunde este alargamiento con extender la espalda y llevar los hombros hacia atrás y esto no es más que un intento de compensar la postura con una tensión muscular localizada que también nos va a perjudicar si se mantiene mucho tiempo.
El alargamiento previo de la espalda nos va a ayudar a integrar a toda la columna vertebral en el giro, repartiendo la tensión muscular por todo el eje lo que facilita un trabajo más relajado, saludable y elegante de la espalda.
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