Con el siguiente ejercicio pretendemos fortalecer la musculatura abdominal en su función de flexionar el tronco venciendo la fuerza de la gravedad, a parte de trabajar los músculos oblicuos al incorporar la rotación del tronco en la acción.
Para realizar el movimiento nos vamos a colocar tumbados boca arriba con las rodillas flexionadas para facilitar el apoyo de las plantas de los pies, asà como extendiendo los brazos a los lados en cruz.
La espalda tiene que mantener su posición natural respetando sus curvas, es decir sin aplanarla, cuidando sobretodo de conservar la posición neutra de la pelvis.
El ejercicio trata de elevar el tronco rotando para dirigir alternativamente una mano a la rodilla contraria. El movimiento se inicia descendiendo la barbilla al pecho para ir incorporando el tronco progresivamente.
Al flexionar el tronco la espalda se redondea pero tratamos de conservar la pelvis en su posición por lo que la elevación del tronco será bastante limitada.
Para facilitar el movimiento y reducir la acumulación de tensiones nocivas en el cuello y la espalda por falta de fuerza, producto de impulsos bruscos con las piernas o el cuello para compensar una posible falta de fuerza abdominal, vamos a mantener la mano contraria siempre apoyada en el suelo para que nos sirva de ayuda.
La respiración va a jugar un papel muy importante en el movimiento, aprovechando la expulsión del aire para facilitar la contracción abdominal en las fases de subida y bajada, y concentrando las tomas de aire a los momentos en los que cambiamos el movimiento de subir a bajar y viceversa.
Hay que alternar la elevación del tronco a un lado y al otro para garantizar un desarrollo simétrico en ambos lados del cuerpo.
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